´Aquí se asocia el coro a la zarzuela y la ópera, pero es eso y mucho más´
"Hay que buscar ese toque y ese color que haga que cada cuerda suene como uno solo y, al final, cada coro como una sola cosa"
ángel graña | lalín 30.06.2013 | 10:36
Sandra Nasher, en el entorno de Os Pendellos de Agolada, uno de sus lugares preferidos. // Bernabé/Gutier
Habla por los codos y, como buena
cubana, no puede evitar acompañarlo de una sensualidad caribeña en sus
gestos. Puntualiza que su acento no es el que se conoce habitualmente
por estos pagos "porque de donde yo soy tenemos una forma diferente de
hablar a la que asociáis por aquí a los cubanos", y se declara ferviente
admiradora de la lengua gallega. Sandra Nasher prepara estos días los
papeles para regresar a su tierra natal y reecontrarse con su familia, a
la que no ve desde que cruzó el charco en busca de su esposo, que fue
profesor de piano en el Conservatorio de Lalín.
-¿Qué fue lo que trajo a la comarca de Deza después de su estancia en A Coruña?
-Después de dar a luz
a mi primer hijo tuve un tiempo de receso total. Empecé trabajando como
camarera en Lalín pero fue un desastre porque jamás en mi vida había
puesto una copa en mi vida, a pesar de que dicen que los cubanos bebemos
mucho. Lo que pasa es que bebemos mucho de una sola cosa. Aquí beben
mucho de todo. Yo tenía ganas de trabajar y de ganar mi dinero, y a eso
vine realmente a España. El profesor Bugallo del Conservatorio de Lalín
llamó a mi esposo diciendo que se marchaba el director de la Coral de
Agolada y que necesitaban un sustituto, también, para la de Monterroso.
Empecé de una manera imprevista porque no tenía ni idea de que habían
coros de aficionados.
-¿Existe tradición de corales en Cuba o le pilló de sorpresa su trabajo de directora?
-Al
principio no sabía si estaba capacitada para hacerlo porque en Cuba
para entrar en un coro te hacen un examen para saber si vales o no, y
aquí todos cantan. Estuve a prueba
en Agolada, donde me recibieron muy bien, también me acogieron en
Monterroso y, después, me llamaron de la residencia. Todo muy loco, la
verdad.
-En Galicia se suele
asociar la música coral a una media muy alta de edad de sus integrantes,
¿cree que se deberían renovar este tipo de formaciones?
-Es
una pena pero es así, yo tengo gente mayor tanto en Agolada como en
Monterroso. Y eso que en Agolada, ahora mismo, incorporé a una niña de
Trabancas que llegó al coro porque una tía suya canta en él. Creo que el
problema aquí radica en la falta de cantera. En mi país hay muchos
festivales de niños cantando que incluso se televisan y participan en
ellos los niños desde muy chiquitos. Aquí no hay nada de eso. Se les
inculca a los niños el conocimiento del canto primero y posteriormente
se pueden acercar al instrumento. Ese acercamiento sucede mucho después
ya que en Cuba no hay instrumentos, o muy pocos. Es algo complicado de
arreglar.
-¿En qué se nota su ascendencia cubana a la hora de escuchar a las formaciones corales que dirige, aquí, en Deza?
-Yo
creo que se nota que están dirigidos por alguien con raíces caribeñas,
no sólo en el repertorio sino también en el cambio de asociar al coro a
la zarzuela u ópera. El coro es eso y más. En Cuba se le intenta dar a
las corales otro color. La voz es un instrumento más. La afinación tiene
que estar implícita en nosotros porque no es lo mismo afinar un
cuarteto de viento aunque hoy contamos con aparatitos que te dice si
estás bien y levantas la mano para empezar a tocar. En las corales es
diferente porque la afinación está implícita en los que cantan.
-¿Hay tanta diferencia entre las corales cubanas y las que dirige usted aquí?
-Aquí
los coros, además de ser muy mayores, tienen unos repertorios muy
aburridos a mi modo de ver, que exigen gritar mucho a sus componentes,
donde todo es muy forte o muy piano. Hay que intentar que, a pesar de
que la técnica vocal es la misma para todos, buscar ese toque, ese color
que haga que suene cada cuerda como uno solo y, al final, cada coro
como una sola cosa. Eso diferencia a los coros y les da más atractivo.
-¿En qué se diferencian entre sí los distintos coros que dirige dentro y fuera de la comarca?
-Hay
diferencias en cuanto a repertorio y, también, en dificultad de obras.
En Agolada tiene canciones a una o dos voces porque a una sola voz
logras saber si el coro va empastado o no. En Agolada buscamos un
repertorio coral a cuatro voces formalmente, en la residencia cantamos a
una voz canciones más populares y universales, o que tengan en algún
momento dos voces porque es importante hacerlo, aunque lleva más trabajo
y con el tiempo lo logramos. Mi meta es que ellos lo pasen bien porque,
aunque tengo paciencia cuando, me enfado; que también lo noten. Sobre
todo en la residencia, que lo pasen bien y que logren aprender
canciones. En Agolada pido un poco más porque ahí pueden memorizar.